Mi Primer Maratón

Publicado: octubre 22, 2014 en Chile, Deportes, Maratón, Outdoors, Puerto Varas, Running

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Postal al momento de la largada, Lago Llanquihue y Volcán Osorno.

Desde el día que me propuse correr mi primer maratón a principios del año 2014 la mirada estaba puesta en Puerto Varas, en el mes de agosto, sería el gran debut, el gran salto para correr los 42 kilómetros y 195 metros.

La espera en días anteriores pasó de nerviosismo a ansiedad, no hallaba la hora de estar en la línea de partida… y el domingo 31 de Agosto del 2014 quedará «marcado a fuego» (como dice un profe) como el comienzo de uno de los caminos más emocionantes de participar en el Running de manera «no profesional», amateur que le llaman.

La noche anterior quedaba todo listo para madrugar al día siguiente, la intención era dormirme temprano pero fue imposible, a las 00:00 del domingo estaba recién preparando el sueño, quedaban listas las zapatillas, poleras (la oficial de la competencia y la del grupo «Puerto Montt Runners«), cinturón de hidratación, ropa primera capa por si nos tocaba clima adverso (para el resto) que para mí era ideal correr con frío o con lluvia. No fue tan así.

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Última foto antes de la partida.

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El domingo sonó el despertador y arriba rápidamente, ultimar los detalles típicos que producto de los nervios olvidé el día anterior, moler plátano y preparar las botellas de isotónica que serían mi único alimento durante el recorrido. Llegando a Puerto Varas el ambiente estaba era de fiesta ese día, las calles demarcadas y muchos deportistas rumbo al punto de largada, que sería desde el Muelle de la Costanera de la comuna. Al llegar me saludó Karla (#PMRunners) que iba por 10K y unos metros más allá me topé con Andrés, que iba por 21K. El encajonamiento empezaría en no más de 10 minutos así que un pequeño trote para soltar los nervios. Saludos con Pedro y Pato Burgos, que también iban por los 42K, no veía aparecer a Felipe y David, que sería mis motivadores en la carrera, con ya varios maratones en el cuerpo.

Últimas fotos y saludos de despedida con mi Pam y tío Pocho y Tatán, hora de encajonar y ya no había vuelta atrás. Por fin veo llegar a Felipe y David, que venían con Benjamín, los 3 ya «gurús» de los 42K. Cuenta regresiva: 5….4….3….2….1…. Nos fuimos!! A ritmo suave comenzó el grupo completo, excepto los de elite que a esa altura iban escapados. Veo a Pedro que se separa un poco más adelanto y pienso (erróneamente) si no lo pierdo de vista no voy tan mal. El tiempo iba relativamente bien, a poco menos de 5 minutos por kilómetro hasta los 10K, lista casi la cuarta parte del sueño.

Pato Concha alentando en los últimos kilómetros.

Pato Concha alentando en los últimos kilómetros.

Seguía de cerca a Pedro, que no bajaba el ritmo, eso duró hasta el kilómetro 17 donde definitivamente él mantuvo y yo aflojé un poco, isotónica para hidratar y seguimos. En una de las tantas subidas, poco antes de llegar a Playa Venado, comparto la cuesta con Roberto, de Ovalle, que corría su 2do maratón después de debutar el 2014 en el MDS (Maratón de Santiago). No fue más de un kilómetro el que compartimos pero bastó para que fuera uno más de los que me hablaban de ya «archi conocido»: MURO. A esa altura ni muro ni nada, yo me concentraba en lo mío. Y así llegué prácticamente sin muchas complicaciones al giro de los 21K, cada vez faltaba menos.

Al girar veo a Carlos de Reto Running y un poco más atrás a Felipe y Benjamín, David a esas alturas iba escapado, por delante de Pedro. Unos metros más atrás veía a Pato Burgos, que iba lento pero seguro, como siempre. Kilómetro 25 y algo me preocupa, pero sigo un poco más lento, cuesta subir cada vez más y el K28 calambre!! Primero pierna izquierda y luego ambas, años que no me daban calambres, ni entrenando me pasó. Había que parar y recuperar un poco, elongación, un poco de isotónica  y a seguir. Me pasa Carlos y al rato Felipe con Benjamín. A esas alturas, ya pasado el kilómetro 33 los calambres eran más constantes y más fuertes. Llevaba en la mente que apareciera lo más pronto posible el Puente Minte, era un indicador que quedaba muy poco, pero no fue así.

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¡Cruzando la Meta!         MISIÓN CUMPLIDA.

En la última parte de la carrera, en el kilómetro 38, donde estaba el último punto de hidratación también habían 2 ambulancias en caso que alguien necesitara asistencia médica, pero no, no podía darme por vencido faltando tan poco. Llené mis botellas de isotónica, últimos plátanos y vamos que no quedaba nada. Colegio Alemán a la vista, salvado dije. Capitanía de Puerto se veía venir y aparece mi salvavidas, Pato Concha que hace rato debía haber terminado sus 21K y me fue a «remolcar». Fue mi liebre del kilómetro 39 hasta la meta: vamos que no queda nada viejo!! ya estamos casi, la meta está a la vuelta, no puedes llegar caminando me decía. Y tenía razón. No quedaba nada, pero fueron los 3 kilómetros más largos que nunca corrí. A esa hora no importaban los calambres, corría con ellos, pero si paraba iba a ser peor, tenía que llegar a como de lugar. Último esfuerzo, la meta se alejaba en cada paso que daba, pero no quedaba nada, bajar las 4 horas obviamente no se logró, pero a esas alturas sólo importaba levantar los brazos, tomar el último aliento y cruzar la meta para decir después de eso: SOY MARATONISTA.

4 horas y 23 minutos de una de las más grandes emociones, no competía por ganarle a nadie, no quería demostrar nada, la batalla era sólo contra mí, para saber que si me proponía correr 42 kilómetros lo iba a lograr, como fuera y cruzar la meta valió la pena y más.

Puerto Varas quedará grabado como el lugar donde corrí mi PRIMER MARATÓN.

Con Benjamín, Felipe, David y Pato Concha: CRACKS!

Con Benjamín, Felipe, David y Pato Concha: CRACKS!